Nos levantamos en Oberwald a los pies de los bonitos pasos que completan el nueve de Andermat, amanece encapotado pero no llueve.
Una vez todo listo nos disponemos a subir el Furkapass, aunque para acceder a el antes debemos pasar por delante del precioso Grimselpass.
El binomio Furka-Grimsel hace que el conjunto sea uno de los más preciosos de los Alpes, al menos eso es lo que opina Jose, que no los había hecho nunca, aunque sí otras zonas de los Alpes y Dolomitas, yo opinaba lo mismo incluyendo el passo de la novena, pero no le dije nada para no interferir en su opinión.
Una vez a mitad de ascenso, llegamos a la altura del mítico hotel Belvedere, y digo mítico porque es el hotel que está en más pasos de los Alpes, es omnipresente, aunque este es el que goza de mejores vistas.
Una vez este punto decidimos visitar el glaciar del nacimiento del ródano y una gruta que tallan anualmente para los turistas que visitamos el glaciar.
Como todos sabemos, mejor una imagen que mil palabras, pues las vistas desde el Furka son estas:
para los que hayáis estado en la zona fijaros que al fondo se divisa el Grimselpass, una vista de lo más bonito del arco alpino.
De bajada todo cambia se cierra la niebla y empieza a llover, ya no parará en todo el día, tenemos mucho frío, íbamos preparados para el frío de los pasos de montaña pero no para el frente frío que envolverá los Alpes suizos e italianos los próximos dos días. En los pasos las temperaturas descienden hasta los cero grados, a lo que hay que añadir la velocidad y que estamos empapados, el resumen es todo el día con mucho frío.
De camino hacia nuestro destino, cruzamos también el Oberalpass, el Julierpass y como no el magnifico Berninapass con su impresionante lago.Una vez finalizado el descenso decidimos detenernos en Saint Moritz para reconfortarnos con algo calentito, pero es festivo y está todo cerrado, la pequeña y lujosa ciudad no es muy bonita a pesar de estar ubicada a los pies de un lago precioso, eso sí no faltan las primeras firmas de ropa,relojes, etc...
Ya nos queda poco hasta el hotel de Tirano así que, nos apresuramos para llegar lo antes posible ya que la intensa lluvia no arrecia y estamos muy cansados.
Es magnífico cuando llevas a tus espaldas mas de 280 Km de ruta en mojado y con mucho frío poder llegar al hotel para darte una ducha con agua caliente y cenar con un estupendo vino de Chianti para celebrar que el día a culminado según lo planificado, a excepción de la meteo claro.
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