sábado, 10 de diciembre de 2011

MOTO FANTASMA

El día es soleado y como la llegada del otoño se ha retrasado, las temperaturas en toda la península son suaves y agradables para realizar el viaje a MOTO FANTASMA en la provincia de Soria y que se celebra en un precioso y semi abandonado pueblo llamado La Cuesta, es una concentración particular por el entorno donde se lleva a cabo y nos permite visitar Soria, Numancia y Bretún.Como siempre emprendemos el viaje desde nuestro punto de encuentro habitual, en Reus y de allí enfilamos dirección Belchite
donde sin dudarlo un instante nos adentramos en el viejo pueblo para contemplar atónitos uno de los escenarios más importantes de la historia de España, a pesar de estar atardeciendo nos da tiempo a pasear por las maltrechas calles y nos sorprende que se encuentre en tan deplorable estado de conservación, estos pensamientos me transportan a los campos de exterminio nazis donde la recuperación de la historia es algo muy importante, reflexiones a parte, una vez cerrada la noche proseguimos nuestro viaje hasta Cariñena donde nos aguarda un curioso Hotel en medio de viñedos, el Hotel del Vino, una vez cambiados salimos paseando a cenar y a visitar de modo raudo el pueblo donde encontramos un agradable Pub donde tomar unas bebidas espirituosas mientras intercambiamos opciones del plan de ruta de mañana.

Hoy es sábado y hemos quedado con otros miembros del moto club para comer con los amigos que organizan el evento, pero antes no podemos olvidarnos de Numancia la ciudad que trajo de cabeza a los Romanos durante lustros, de ahí la acertada frase de la defensa numantina, la mañana es fresca y llegamos a tiempo para la visita guiada, el guia es un chico cachondo y ameno exponiendo sus conocimientos y se nos hace una visita de lo mas entretenida a pesar de que las ruinas estan muy deterioradas debido a la falta de presupuesto, vamos la tónica general en este país, lo que seria de Numancia si estuviera en los EEUU, pero aquí es lo que hay...en fin, después de la visita nos dirigimos hacia la reunión donde nos esperan el resto de compañeros para comer, una vez en el pueblo el restaurante donde vamos a comer era de lo más curioso y bonito, una antigua harinera y después de saciar nuestros estómagos sin demorarnos un minuto nos ponemos en marcha hacia Bretún donde tenemos pendiente ver las huellas de dinosaurio que están repartidas por todo el pueblo.

Lo de ver huellas de dinosaurio es algo mas que normal en muchos lugares de nuestra geografía, pero verlas en Bretún no es lo mismo, aquí hay un algo distinto que lo hace especial y ese algo tiene un nombre concreto,

sí sí ese nombre es Sara una anciana del pueblo que se conoce al dedillo todas y cada una de las pisadas fosilizadas y que recita de memoria y de forma curiosa para todos los visitantes ¿verdad Jose? los estudios que han realizado distintos estudiosos de la materia, para los que no me creáis podéis buscar por el YOU TUBE, no tiene desperdicio os lo prometo y no voy a entrar en más detalles.
Una vez a oscurecido tomamos nuestras monturas hacia lo más alto de La Cuesta donde en una esplendorosa casa señorial restaurada se celebra la reunión, allí saciaremos nuestra sed con extracto de lúpulo entre charlas con los amigos y disfrutaremos de una cena comunitaria de lo más apetitosa.

El domingo a parte de ser el día del señor ,para los motards es el día del retorno, a no ser que tengas vacaciones así que nos pasamos por la reunión para despedirnos y la sorpresa cuando llegamos es mayúscula, todo el mundo esta dormido, la noche ha sido dura y la música en vivo se alargo hasta altas horas de la madrugada, viendo el  panorama decidimos emprender el viaje de vuelta puesto que todavía nos quedan un par de visitas pendientes, así que rumbo a Soria donde nos espera la bonita capital, donde paseamos por las tranquilas calles, después de esto retomamos la ruta paralelos al Duero y dirección a Calatayud donde tenemos una cita con la Dolores, o mejor dicho con el Mesón de la Dolores, así que una vez en Calatayud sin problema alguno encontramos el archiconocido mesón, el cual a parte de bonito nos permite degustar unos platos aragoneses excelsos.

En conclusión ha sido un fin de semana de lo mas variopinto y curioso que recordaremos bastante tiempo.