miércoles, 21 de marzo de 2012

LOS CASTILLOS DEL LOIRE

Como siempre todos los motards tenemos viajes pendientes en nuestra mente y algunos igual no los realizaremos nunca pero hay otros que por su proximidad y encanto podemos llevar a cabo cuando tengamos una semanita de vacaciones, y esto es lo que hicimos este verano.

El viaje empezó de la mejor manera posible, nos íbamos todo el motoclub a recorrer algunos de los puertos del Tour de Francia durante el fin de semana y luego proseguiríamos nosotros solos hasta el Valle del Loire.

Como no, nos pasamos también por Lourdes para ver el impresionante montaje turístico-religioso que tienen montado, el santuario es  bonito si obviamos su simbología y uso al que está destinado.
El fin de semana es perfecto y nos sirve de calentamiento para empezar a practicar el francés oxidado que hace años que no utilizo y para empezar a degustar los foies y magrets.
Después del fin de semana que para nosotros se hace "largo" puesto que cuando estás de vacaciones los primeros días siempre son los mejores, en cuanto a sensación temporal claro, llegan las despedidas con los amigos lo cual nos deja un poco entristecidos pero por otro lado estamos emocionados porque empieza otro viaje, pero esta vez ya solo dos motos, la de mi mujer y la mía, así que nos ponemos en marcha rumbo a Bergerac donde pasaremos la primera noche, por el camino dejaremos preciosos pueblos románticos y paisajes de lineas suaves coloreados por los verdes prados, la ruta que realizamos transcurre integramente por carreteras nacionales como es ya costumbre en la mayoría de mis viajes puesto que te acerca mucho más a la realidad que te rodea.

La tarde en Bergerac es soleada y apacible puesto que el pueblo es peatonal en su núcleo central, lo cual te permite pasear por las bonitas callejas y tomarnos unas deliciosas cervezas charlando hasta el atardecer.
Al día siguiente nos levantamos con las energías renovadas y dispuestos a llegar al hotel que tenemos reservado al lado de uno de los castillos más emblemáticos, el de Chenonceau, seguro que todo lo tenéis en mente porque sirve de referencia para todos los trípticos turísticos, el que está edificado sobre el río Cher.

El entorno es fantástico, jardines infinitos que cuando los ves al lado del castillo parecen pequeños pero que cuando te adentras en ellos empiezas a caminar y te das cuenta de la magnitud.
Los días pasan y por mas castillos que visites llegas a una conclusión,

es imposible jamas podrás lograr verlos todos aunque estés un mes entero, de todos lados surgen castillos, mas grandes, mas pequeños, con muralla, señoriales, convertidos en hotel, en las ciudades, en las afueras, en fin es sensacional.

Nosotros tratamos de visitar una selección que traíamos preparada con el libro guia de José Antonio porque sabíamos que en una semana era imposible llegar a superar la docena de castillos visitados.
En conclusión una semana de lo mas completa a la par que romántica en un entorno idílico para hacerlo en moto.