probablemente uno de los días que más me gustó, primero por lo desconocido del territorio, donde las casas y edificios tiroteados por aquella guerra civil tan lejana a nosotros a pesar de estar a escasos 2000 km de distancia, segundo por lo fácil que es disfrutar de las maravillas naturales como son estas cascadas de aguas frías y cristalinas y tercero por el carácter afable de los bosnios.
después de las fotos de rigor enfilamos hacia Mostar donde llegamos a la hora de comer y hacerlo como no en uno de los restaurantes mas emblemáticos y conocidos en internet,
el restaurante es tal y como lo han descrito muchos viajeros, buen servicio, buena comida y a un precio más que aceptable, resumiendo BBB, aquello que gusta a todo el mundo y además se encuentra el pleno centro a pocos metros del famoso puente reconstruido por las tropas españolas después de la guerra, uno de los motivos por los cuales los españoles son muy bien recibidos en este país.
La segunda variable de este pequeño salto por Bosnia es la entrada a Croacia, ya que después de mucho estudiarlo decidimos que cruzaríamos al país vecino por una frontera local, vamos desconocida para los turistas, esto añadía un aspecto incógnito al final del día ya que no existe en los mapas y no sabemos a que tipo de caminos, carreteras nos enfrentaremos y lo mas peligroso...con las chicas detrás, a medida que transcurren los km las carreteras se van estrechando, nos encontramos en el macizo montañoso que separa ambos países, con lo que podréis imaginaros que ello supone carreteras de montaña plagadas de bonitas curvas que no se acaban nunca, vamos con el tiempo muy justo ya que debemos cruzar la frontera y ya son las 18:15, lo que nos hace pensar que cuando lleguemos puede estar cerrada,a unos 5 km empezamos a ver unas señales que llaman la atención a los lados de la carretera que rezan: Atención minas antipersona no cruzar, frase lapidaria que te devuelve de golpe a la cruda realidad vivida por estos lares no hace tanto, decidimos seguir aunque la carretera se convierte ya en camino encementado por donde solo puede transitar un coche y los minutos siguen corriendo, cuando estamos prácticamente en la frontera un coche de la policía nos da el alto y después de los pertinentes tramites de identificación, etc, nos dicen que por allí no podemos seguir y nos obligan a cruzar por la frontera vecina que sí es internacional, en fin ha sido divertido.
El cruce de la frontera nos ha retrasado la llegada al hotel de la mamma, una señora Croata que habla un excelente Italiano y que es muy simpática, algo que me llama mucho la atención es que ya están dando cenas, bueno en realidad lo que me sorprende son los platos, bandejas llenas de ostras, bandejas repletas de gambas, y como no mejillones para hacer boca...jejejeejeejeje, tenemos reservada habitación en el paraíso.
CONTINUARÁ....
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